Cuando llegue al sitio del
accidente y vi que se trataba de Diana, el corazón me dio un vuelco, una
explosión de recuerdos sobre ella inundo mi cabeza, era una chica muy simpática
y también bastante tímida; a pesar de su timidez teníamos una pequeña amistad,
siempre que nos encontrábamos en los vestuarios o en el bar del hotel, nos
contábamos nuestras experiencias con los huéspedes que teníamos en las clases e
incluso últimamente hablábamos de nuestra vida privada. Unos días atrás me contó
que había comenzado una pequeña relación con un chico del pueblo, nunca llego a
desvelarme su identidad, pero si me dijo que llevaban apenas unas semanas, ella
dudaba seriamente; ya que no estaba muy segura de continuar con la relación porque el chico era algo celoso. Al
recordar todas estas conversaciones de pronto una serie de preguntas me
retumbaban en el cerebro una y otra vez - ¿podría ser esta información
relevante en el caso? ¿Debería de darle esta información a la policía?, ¿y si
el chico la mato porque ella decidió finalizar con la relación?-.Una vez
recuperado el sentido decidí que por el momento callaría para buscar de otros indicios y un posible
culpable. Me pase el día entero
colaborando con la policía en buscas de posibles huellas, aunque recorrimos
aproximadamente un kilometro a la
redonda alrededor del cadáver y rebuscamos hasta en el último rincón, solo
hayamos las huellas recientes de Samuel y su animal, quizás la nevada caída la
noche anterior elimino cualquier pista; por más que buscamos otros posibles
culpables todo apuntaba a que Samuel el cazador del hotel, era el único
sospechoso. La versión oficial habla que
fue su perra la que encontró el cadáver, algo increíble bajo mi parecer ya que nunca vi que ellos tuvieran ninguna
relación, ni tan siquiera había oído nada acerca de que tuvieran alguna amistad;
y si hubiera habido algo seguro se
hubiera sabido ya que en el hotel no se puede tener ningún secreto y tampoco en
el pueblo porque todo se sabe; ya que las “doñitas” del pueblo se encargan de
averiguar todo, se pasan el día entero en la plaza y parecen la revista oficial
del municipio. Samuel era una persona reservada, pero parecía un buen hombre;
siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás y no tenia reparo ninguno de
quedarse más horas con tal de que todo estuviera perfecto para el día
siguiente. No era muy hablador y vivía
en una montaña aislado de la parte central del pueblo.
A la
mañana siguiente no se hablaba de otra cosa que del asesinato. Yo me levante
más temprano de lo normal para ver si podía ir al calabozo y hablar con Samuel,
no éramos íntimos amigos pero la verdad es que nos llevábamos bien. Me levanté
con un dolor intenso de cabeza, porque me dormía y me despertaba continuamente
por el día tan ajetreado y la fatídica noticia. Antes de irme a duchar puse la
cafetera, nada más salir de la ducha me tomé el café que me supo a “gloria”,
luego me puse unos vaqueros, camisa y deportivas; fui lo más cómoda posible
porque me esperaba un día ajetreado, incluso peor que el de ayer. De camino a
la comisaria vi como se palpaba la tensión en el ambiente, y todo el mundo
cuchicheando del terrible asesinato.
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